jueves, 29 de octubre de 2009

EL VALOR DE LOS HIJOS

Alguna vez leíste estos proverbios modernos que no están escritos en la Biblia:
"Dichoso el hombre y la mujer que tienen solo dos hijos,porque podrán pagarles los estudios".
"Dichoso el hombre y la mujer que dejan pasar por lo menos cuatro años entre un hijo y otro, porque no tendrán que cambiar pañales por duplicado".
"Dichosa la pareja que no tenga hijos al menos durante dos o tres años, porque así se conocerán mutuamente".
"Dichosa la pareja que haya planificado los embarazos, perfectamente espaciados porque conoce la voluntad de Dios".

Estos proverbios son ese tipo de sabiduría mundana que oímos a todas horas aunque no tienen ningún fundamento en la Palabra de Dios. Porque para DIOS, los hijos son únicamente y siempre una bendición.

Juan Pablo II Magno de feliz memoria nos exhorta a recuperar el verdadero sentido de a sexualidad humana para que podamos construiré una cultura de Amor y de Vida.

Hoy en día muchas parejas se plantean el momento de tener Hijos como calcularían la posibilidad de adquirir un objeto de valor, como una casa o un auto, sopesan los pros y los contras como si se estuvieran rellenando la hoja de balance de una empresa, si el resultado es positivo es la hora de tener el Hijo, sino hay que esperar.
los hijos son una bendición. ningún versículo de la Biblia o documento de la Iglesia dice que la apertura a la vida tiene lado negativo. no se deja entrever por ninguna parte esa "sabiduría" que dice que el hijo es una carga, un gasto o un obstáculo para el desarrollo profesional, pero actualmente hay muchas personas, también cristianas que no ven a los hijos como la autentica bendición que son.

¿cual es el valor del HIJO?
El salmista expresa cual es la visión que tiene Dios el HIJO.
"Mirad: la herencia del Señor son los hijos, su recompensa el fruto de sus entrañas. como flechas en mano de un guerrero, así son los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba. no quedara avergonzado al disputar con sus amigos en la plaza" (salmo 127, 3-5)