miércoles, 17 de febrero de 2010

"Acuerdarte de que eres polvo y al polvo volveras"


Hoy en la Iglesia católica iniciamos el tiémpo de cuaresma, en la que nos sumergiremos, en un tiempo de penitencia y conversión, nuestra Madre la Iglesia nos invita a la "metanoeiete " que es "convertios", nos invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, la conversion no es mas que volver a Dios, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.


En el AT, encontramos la narración de los cuarenta años que pasó el pueblo elegido por DIOS para entrar a la tierra que el Señor los tenia preparado, esos años fueron un tiempo de purificación y conversión del Pueblo que era de dura cerviz, además Jesucristo mismo antes de iniciar su vida pública pasó cuarenta días y cuarenta noches en el desierto, en ayuno y oración. Nosotros tambien en esta cuaresma siguiendo el ejemplo de nuestro Señor debemos de volver nuestro corazón hacia El, es decir replantear nuestra vida cristiana con compromiso cristiano de ser verdaderos Hijos de Dios. La ceniza que nos imponen en esta misa la del Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos pasado.
¿Porqué la ceniza?
En el AT, existen muchos pasajes en que se utilizan la ceniza como signo de penitencia
En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive.
El Rey David tambien se rocía de ceniza su cabeza, pidiendo perdón a Dios por el pecado cometido. El uso de ceniza se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo "el Hombre nuevo"