domingo, 10 de octubre de 2010

PASEO A MONTEJATO

8 DE OCTUBRE





Después de una semana larga de examenes bimestrales en la que los alumnos dieron lo mejor de sí, para obtener buenos puntajes en distintas áreas de estudio, se realizo un paseo hacia las tierras de Montejato y como siempre la madre naturaleza nos brindaba los frutos de la tierra y en esta temporado saboreamos los ricos nisperos y los chicos ni cortos ni perezosos empezaron a cortar los nisperos.








Aquí esta Tipte invitando los nisperos que a cortado, según él, dice que era de su chacra.
Tendremos que creerlo.

Después de haber cargado las baterias con los ricos nisperos cañetanos, emprendimos la subida del gran cerro hacia Montejato.





Tambien algunos aprovecharon para refrescarse asi como Alexis que ante un
agobiante sol, se lanzo al agua, al igual que Akira

UNAS FOTOS PARA EL RECUERDO:

Miguel Angel, Fidel , Josue, Elias, Jorge Luis





Clinton, Josue , Jossuel, Miguel Angel yAngel.

sábado, 8 de mayo de 2010

Seminario Menor "Nuestra Señora del Valle"





El 19 de marzo de 1964, Monseñor Ignacio María de Orbegozo y Goicochea erigió canónicamente el Seminario Menor de la Prelatura de Yauyos Colegio “Nuestra Señora del Valle”, con sede en Nuevo Imperial para la formación de los seminaristas de la Prelatura. Y el 14 de abril de 1964, el Colegio empezó a funcionar con 40 alumnos agrupados en dos secciones: tercero y cuarto de Primaria. Se quería comenzar desde abajo dada la deficiente preparación que traían los alumnos.
Al inaugurarse el 1er. Año escolar 1964 el obispo les decía a los formadores como “únicas normas” claras y sencillas:

“Hacer que los niños sean muy piadosos, que quieran entrañablemente a la Santísima Virgen y que amen de veras a la Sagrada Comunión. Que se esfuercen desde el comienzo por ayudarse mutuamente y se empeñen en hacerse la vida grata unos a otros, con espíritu de servicio. Que les enseñéis, desde el primer día, el cuidado material de todo, de las cosas propias y las del seminario, que encomendéis a cada uno algún encargo, de modo que adquieran un hondo sentido de responsabilidad, que los forméis en el respeto cariñoso y delicado a los superiores, pero lejos de todo servilismo y temor: que jueguen, que canten, que rían y también que estudien. El método es el de siempre: quererles como padre, como madre y como abuela”.

Se había puesto las bases de un proyecto colosal, con la finalidad de transformar los pueblos con la fuerza del amor a Dios. Eran los cimientos para formar la estructura más importante de la Prelatura: el Seminario Mayor.




ULTIMAS NOTICAS DEL SEMINARIO MENOR


En esta publicación se muestra el inicio a las olimpiadas en el CNSV, que como es de costrumbre se realiza semanas antes de la Fiesta de la Ermita, se ha tenido hasta ahora la conocida y muy recordada maratón que todos los que hemos estudiado en este Seminario tenemos gratos momentos, aquí les muestro algunas fotos:



Michelito preparandose para la maratón


Akira con buenos animos antes de la maratón y Beto se pregunta si llegará a la meta

en plena maratón "todos con miras en el triunfo"

La premiación de una de las categorias

El deporte es bueno para la salud corporal y mental








viernes, 9 de abril de 2010

La Resurrección de nuestro Señor Jesucristo



El centro de nuestra fe es la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, si El no hubiese resucitado vana seria nuestra fe nos dice san Pablo, pero sí Cristo ha resucitado y nosotros con El, esta solemnidad es tan grande e importante que lo celebramos con la octava es decir con ocho dias en la que celebramos un acto tan importante para la vida de los cristianos y porque no decirlo, tambien para toda la humanidad.
pero ¿qué es la Pascua?
este tiempo pascual comprende 50 días, es la Pascua, el paso de Cristo, que ha pasado de la muerte a la vida, a su existencia definitiva y gloriosa, en estos 50 días celebramos con alegría la resurrección de nuestro Señor, para finalizarla con Pentecostes.





Nuestro querido Papa Benedicto XVI, en su mensaje Urbi et Orbi nos dice que, la resurrección no es una teoría, sino una realidad histórica revelada por el Hombre Jesucristo mediante su «pascua», su «paso», que ha abierto una «nueva vía» entre la tierra y el Cielo (cf. Hb 10,20). No es un mito ni un sueño, no es una visión ni una utopía, no es una fábula, sino un acontecimiento único e irrepetible: Jesús de Nazaret, hijo de María, que en el crepúsculo del Viernes fue bajado de la cruz y sepultado, ha salido vencedor de la tumba. En efecto, al amanecer del primer día después del sábado, Pedro y Juan hallaron la tumba vacía. Magdalena y las otras mujeres encontraron a Jesús resucitado; lo reconocieron también los dos discípulos de Emaús en la fracción del pan; el Resucitado se apareció a los Apóstoles aquella tarde en el Cenáculo y luego a otros muchos discípulos en Galilea.

El anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas oscuras del mundo en que vivimos. Me refiero particularmente al materialismo y al nihilismo, a esa visión del mundo que no logra transcender lo que es constatable experimentalmente, y se abate desconsolada en un sentimiento de la nada, que sería la meta definitiva de la existencia humana. En efecto, si Cristo no hubiera resucitado, el «vacío» acabaría ganando. Si quitamos a Cristo y su resurrección, no hay salida para el hombre, y toda su esperanza sería ilusoria. Pero, precisamente hoy, irrumpe con fuerza el anuncio de la resurrección del Señor, que responde a la pregunta recurrente de los escépticos, referida también por el libro del Eclesiastés: «¿Acaso hay algo de lo que se pueda decir: “Mira, esto es nuevo?”» (Qo 1,10). Sí, contestamos: todo se ha renovado en la mañana de Pascua. «Mors et vita / duello conflixere mirando: dux vitae mortuus / regnat vivus» - Lucharon vida y muerte / en singular batalla / y, muerto el que es Vida, / triunfante se levanta. Ésta es la novedad. Una novedad que cambia la existencia de quien la acoge, como sucedió a lo santos. Así, por ejemplo, le ocurrió a san Pablo.
Continuemos pues meditando en estos dias de Pascua el misterio de la Resurrección y celebremos con alegría la "Resurrectio Domini".

Candela Fidel

miércoles, 17 de febrero de 2010

"Acuerdarte de que eres polvo y al polvo volveras"


Hoy en la Iglesia católica iniciamos el tiémpo de cuaresma, en la que nos sumergiremos, en un tiempo de penitencia y conversión, nuestra Madre la Iglesia nos invita a la "metanoeiete " que es "convertios", nos invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, la conversion no es mas que volver a Dios, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.


En el AT, encontramos la narración de los cuarenta años que pasó el pueblo elegido por DIOS para entrar a la tierra que el Señor los tenia preparado, esos años fueron un tiempo de purificación y conversión del Pueblo que era de dura cerviz, además Jesucristo mismo antes de iniciar su vida pública pasó cuarenta días y cuarenta noches en el desierto, en ayuno y oración. Nosotros tambien en esta cuaresma siguiendo el ejemplo de nuestro Señor debemos de volver nuestro corazón hacia El, es decir replantear nuestra vida cristiana con compromiso cristiano de ser verdaderos Hijos de Dios. La ceniza que nos imponen en esta misa la del Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos pasado.
¿Porqué la ceniza?
En el AT, existen muchos pasajes en que se utilizan la ceniza como signo de penitencia
En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive.
El Rey David tambien se rocía de ceniza su cabeza, pidiendo perdón a Dios por el pecado cometido. El uso de ceniza se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo "el Hombre nuevo"






domingo, 17 de enero de 2010

¿REUNIONES O CONFESIONES?

En este nuevo año, en el que ya van transcurridas 17 dias es recomendable comenzar con el alma limpia, y que mejor limpieza de alma que la confesión (sacramento de la penitencia). Aqui publico un artículo de un sacerdote refiriendose a este sacramento.

Historia (imaginada) de un sacerdote que recordó que lo más importante es cuidar a las ovejas.
El abad acababa de entrar a su oficina. Abrió la agenda con el programa del día.

9.00: reunión con el consejo del monasterio.

10.30: reunión de sacerdotes del sector.
12.30: reunión con los administradores de la zona.

15.00: reunión del obispo con los agentes de pastoral.

17.30: reunión para planeación de la catequesis.

Sonó el timbre de la sacristía. El abad estaba colocando varios papeles en su sitio, cuando se acercó el hermano portero."Ha llegado una señora anciana con un chico joven. Quieren hablar con un sacerdote"."Diles que estamos ocupados, que vengan más tarde".El portero se retira. A las 8.45, el abad se dirige a la sala de reuniones. Tiene que pasar por la sacristía. Allí seguían, en pie, la señora y el joven."Padre, perdone nuestra insistencia. ¿Podemos hablar un momento con usted?""Buenos días, buenos días. Perdonen, es que tengo un poco de prisa. Ahora debo ir a una reunión, y toda la mañana y la tarde voy a estar ocupado. ¿No pueden venir más tarde, cuando encuentren algún sacerdote libre?""Padre, es que llevo más de un año con deseos de confesarme. Nunca encuentro a un sacerdote en la iglesia, o si lo encuentro están siempre muy ocupados. Pero hoy no puedo dejar pasar más tiempo. Convencí a mi nieto para que viniese a confesarse o, al menos, a hablar un rato con un padre. Quizá es el momento de Dios, no habría que dejar pasar más tiempo. ¿No le parece?"El padre abad sintió un poco de pena, pero es que las reuniones son tan importantes, y estaban programadas desde hacía tanto tiempo…"Mire, señora, seguro que hacia mediodía encontrarán otro padre. El ecónomo salió de compras, el administrador ahora viene conmigo. El encargado de catequesis lleva unos días fuera en cursillos de actualización, pero cuando regrese estoy seguro de que les recibirá con mucho gusto"."Padre, por favor, mi nieto está aquí ahora, pero a mediodía tiene que irse. ¿No es posible hacer algo, encontrar a alguien?"El padre abad notó dentro de sí un movimiento de impaciencia. Tenía prisa. El reloj marcaba las 8.55. Pero había que mostrarse educado."Señora, lo siento… Seguro que habrá otra oportunidad… Quizá cuando vuelva su nieto, otro día…"Como la señora hizo un gesto de insistencia, el padre decidió escapar directamente por la iglesia, para llegar más rápido a la sala de reuniones.Al pasar por la capilla del Sagrario, hizo la genuflexión. Algo dentro de sí le dejó triste e inquieto. Como si Cristo le susurrase al corazón: "¿Vas a dar más importancia a las reuniones que a unas personas que han llegado aquí para pedir ayuda? ¿Para eso te escogí sacerdote?"Fue como una lanzada profunda. Unas lágrimas asomaron por sus ojos. Repitió la genuflexión, y fue otra vez a la sacristía.La señora y el joven estaban a punto de salir por la puerta lateral. El abad les dijo en voz alta: "Esperen, creo que hay una solución. Vuelvo en seguida".Volvió al despacho y llamó al portero. "Cancela todas las citas que tengo en la mañana. Están anotadas aquí, en la agenda"."Pero, padre, si ya el consejo está reunido para la reunión"."Ahora hay algo más importante. Luego explico a todos lo que ha pasado".Fue a la iglesia y se dirigió al confesionario de la izquierda. Daba pena verlo tan solo, tan triste, tan sucio. Rompió una telaraña y sacudió el polvo. Volvió a la sacristía y llamó a la señora y al nieto.


La luz del confesionario se encendió. ¡Todavía funcionaba! Tenía dudas el padre abad, pues desde hacía mucho tiempo que no se usaba ese lugar para lo que fue construido: para confesar…Entró primero el joven. Estuvo tiempo, mucho tiempo, tranquilo, sin prisas. ¿Conversó o se confesó? Dios lo sabe. Pero el joven salió distinto, con una sonrisa como pocas veces se le había visto en los últimos meses. Al despedirse del padre abad, le dijo: "¿Sabe? Es la primera vez en mi vida que hablo con un sacerdote".Luego entró la señora anciana. Quería estar poco tiempo, confesarse rápido, pues pensaba que el padre tendría mucha prisa. Pero se sintió extrañamente acogida, con más cariño que nunca. El padre abad le dedicó tiempo, mucho tiempo, como si ella fuese la persona más importante del mundo.En la capilla del Sagrario, Jesús estaba muy feliz. Porque un sacerdote había recordado que lo más importante es cuidar a las ovejas. Y porque dos almas, de edades y mentalidades muy diferentes, habían tenido la ocasión de recibir una nueva señal del cariño inmenso que Dios tiene por cada uno de sus hijos.
Autor: P. Fernando Pascual